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El secreto de la Iglesia Primitiva

El secreto de la Iglesia Primitiva

«Apartaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá; más si es de Dios, no la podréis destruir, no seáis tal vez, hallados luchando contra Dios»Hechos 5:38-39.

El biblista J. B. Phillips, después de pasar 14 años traduciendo el Nuevo Testamento, hizo una pausa y se puso a reflexionar acerca de sus impresiones más permanentes. Volvió una y otra vez al libro de los Hechos y a su descripción de la iglesia primitiva. «No solo se ora por los enfermos», dijo Phillips, «sino éstos son curados, y con frecuencia en forma repentina y dramática… La naturaleza humana es cambiada. El fresco aire de los cielos sopla con fuerza en estas páginas». 

«La iglesia primitiva vivió peligrosamente, pero nunca antes tuvo un puñado de personas una influencia tan amplia… En suma, la emoción permanente que uno se lleva después de leer este libro es esta: ¡La cosa funciona!»


¿Quién estaba detrás de este éxito?

¿Porqué funcionaba? Hechos apunta decisivamente al Poder de Dios, mediante su Espíritu Santo. Lucas se ocupa de hacer notar que cada decisión importante de la joven iglesia fue tomada bajo su dirección. Es más, hay quienes han sugerido que Hechos debería llamarse realmente Hechos del Espíritu Santo debido a su dominante papel. Lucas menciona el Espíritu Santo 57 veces en Hechos.

Los discípulos esperaban el Espíritu Santo en Jerusalén antes de comenzar a predicar (Hechos 2:4). Según Lucas, El Espíritu Santo descendió sobre cada nuevo grupo de creyentes: primeramente sobre judíos (Hechos 4:31), luego sobre samaritanos (Hechos 8:17), más tarde sobre gentiles (Hechos 10:44) y finalmente sobre los discípulos de Juan el Bautista (Hechos 19:6).

Para su bien

A medida que la iglesia crecía, los discípulos iban entendiendo mejor y mejor lo que Jesús había tenido en mente cuando dijo: «Os conviene que me vaya; porque si no me fuese el Consolador no vendría a vosotros; más si me fuere, os lo enviaré» (Juan 16:7). Aunque Jesús mismo había partido, Dios se hizo presente en cada uno de ellos, logrando que su actividad en el mundo fuera más amplia que nunca.

El Espíritu dirigió personalmente cada paso importante de la iglesia. Envió a Felipe al desierto a encontrarse con el etíope (Hechos 8:29), apartó para sí misioneros en Antioquia (Hechos 13:2), dirigió el primer gran concilio de la iglesia (Hechos 15:1-28) y ayudó a planificar el itinerario de Pablo (Hechos 13:4; 16:6). Según se nos muestra en Hechos, el Espíritu no era una difusa niebla sino una persona viva, que habló, dirigió decisiones, y movilizó a la iglesia con la energía de la fe.

Pregunto: ¿De qué modo está actuando el Espíritu Santo en su vida?

Author: ComoLasAguilas.cl

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