Éxodo 34:6-7 es la primera descripción de los atributos de Dios que se encuentra en las Escrituras y es el pasaje del que más se hace referencia en toda la Biblia. Aquí, aprendemos que todas las acciones de Dios son una expresión de su compasión, gracia, paciencia, amor leal y fidelidad. Este pasaje fue cuidadosamente diseñado para que podamos ver el significado y la importancia de cada rasgo de su carácter en relación con los demás y comprender cómo estos cinco rasgos se relacionan con la justicia de Dios.

En ocasiones, Dios impone consecuencias severas en respuesta a la maldad humana. ¿Cómo se equilibran la compasión y la gracia de Dios con su ira hacia comportamientos humanos destructivos?

Éxodo 34:6-7 nos dice que los rasgos esenciales del carácter de Dios están basados en su misericordia generosa y amor leal, lo cual significa que la ira de Dios no es un atributo principal. Es una reacción divina a las decisiones humanas egoístas y destructivas; tiene sus raíces en el amor de Dios. Así como uno se enojaría si viera que una hermosa obra de arte es objeto de vandalismo, la ira de Dios es la respuesta tanto al mal recibido por los portadores de su propia imagen como al mal causado por ellos mismos.

La ira y el juicio de Dios son temas realmente importantes en la Biblia, pero no son toda la historia. El carácter esencial de Dios es el amor generoso que creó el mundo; él planea rescatar y restaurar su creación de la maldad humana. Éxodo 34:6-7 nos invita a una vida de reflexión sobre las profundidades y misterios del carácter de Dios.

Empecemos por entender la importancia de las características enumeradas en Éxodo 34:6: compasivo, lleno de gracia, lento para la ira, lleno de amor leal y fidelidad.

 

¿Qué significa que Dios sea compasivo? Veamos la palabra hebrea para compasión: rakhum.

Curiosamente, esta palabra está relacionada con la palabra hebrea para matriz: rehkem. Esta correlación nos ayuda a entender que la compasión es una manera poderosa de describir el fuerte vínculo emocional entre un padre y su hijo. Y es la primera palabra que Dios utiliza para describirse a sí mismo en Éxodo 34:6-7.

Dios es retratado como un padre compasivo a través de toda la Escritura. Y cuando llegamos a la historia de Jesús, lo vemos encarnar la compasión de Dios. Jesús comparó sus sentimientos por las personas con el cuidado que una gallina tiene por sus pollitos. Y sufrió y se esforzó para que muchos pudieran vivir a través de él. Jesús demuestra cómo luce la compasión de Dios, y sus seguidores están llamados a mostrar esa misma compasión por los demás.

 

¿Qué significa que Dios está lleno de gracia? Echemos un vistazo a la palabra hebrea para gracia: khen.

Un significado de khen es “deleite o favorable”. Se puede decir que las cosas o personas que atraen naturalmente el deleite o el favor (como las joyas o la amabilidad) tienen khen, pero también puede recibir khen algo poco atractivo o alguien que no lo merece.

Por ejemplo, cuando alguien tiene una deuda con otra persona y pide khen, está pidiendo un favor a pesar de lo que se merece. Extraordinarios actos de khen como estos requieren un espíritu generoso. Y nadie hace esto mejor que Dios mismo. Él muestra un khen extremo una y otra vez. De hecho, esta característica de Dios es tan confiable que más de cuarenta veces en el libro de los Salmos, la gente clama por el khen de Dios cuando están enfermos, en peligro o en el exilio. Y profetas bíblicos, como Isaías, también hablan sobre el khen de Dios cuando declaran que un día él mostrará su gracia liberando a toda la creación de la muerte y la ruina.

Cuando pasamos a los autores del Nuevo Testamento, estos describen al khen de Dios con la palabra griega kharis, que significa “un regalo de gracia”. Cuando se nos presenta a Jesús en el Evangelio de Juan, se nos dice que Jesús es la gloriosa kharis de Dios hecha humano. Dios sabía que las elecciones destructivas de la humanidad continuarían en una espiral de caos, así que Jesús murió y resucitó para dar a los humanos deleite y favor en lugar de muerte y juicio. Y al igual que con cualquier regalo, todo lo que hay que hacer es recibirlo. Cuando las personas reconocen humildemente sus fracasos y le piden gracia a Dios, su respuesta es constante, generosa y llena de gracia.

 

¿Qué significa que Dios sea lento en la ira? Veamos una extraña expresión hebrea mientras exploramos esta característica de Dios.

En hebreo la frase “lento para la ira” significa literalmente “de larga nariz”. Es una frase hebrea que describe en sentido figurado lo que sucede cuando alguien se enoja. En hebreo, si alguien quisiera decir que una persona es de mal carácter, diría que es “de corta nariz” o “de nariz caliente”. Así que decir que Dios es “de larga nariz” es decir que es paciente. Le toma mucho tiempo expresar su ira. Él da a la gente mucho tiempo para responder a sus advertencias llenas de gracia.

Pero eso no significa que nunca se enoje. Si la gente no responde a su llamado a favor de la justicia, él expresará su ira y entregará a la gente a las consecuencias de sus propios actos. Así que sí, se enfada, igual que lo haríamos si viéramos a alguien acosando a un niño pequeño. Pero, a diferencia de nosotros, tarda en expresar su ira porque quiere que todos tengan la oportunidad de arrepentirse de su maldad.

Dios no se contenta con dejar a la gente sumida en su propia autodestrucción. En la Biblia, Dios tiene la misión de rescatar a su pueblo. Por eso Jesús fue a Jerusalén a morir como un criminal, lo que no merecía. Demostró su amor con paciencia al asumir las consecuencias de su pueblo sobre sí mismo. En la muerte y resurrección de Jesús, vemos la ira de Dios y su amor obrando conjuntamente para proporcionar perdón y vida a la humanidad. Esto es lo que significa decir que Dios es lento para la ira, y es una buena noticia para todos nosotros.

 

La palabra hebrea khesed es una de las descripciones más comunes de Dios en la Biblia hebrea, ¡y es casi imposible traducirla a cualquier otro idioma!
Esta palabra es rica en significado, al combinar las ideas de amor incondicional, lealtad y generosidad.

Rut, por ejemplo, demostró su khesed a su suegra Noemí al seguirla a pesar del costo que esto podría tener en su futuro. Fue un hermoso acto de lealtad que reveló el carácter generoso y leal de Rut. Muchas personas intentan demostrar este tipo de lealtad, pero a menudo no conseguimos que nuestro amor por otras personas perdure. Pero el amor de Dios nunca falla.

Dios nos demostró su amor leal haciéndose humano y uniéndose a nosotros en la persona de Jesús, el humano leal y amoroso por excelencia. A través de la vida, muerte y resurrección de Jesús, Dios abrió un nuevo futuro para la humanidad y toda la creación. Además, Dios hizo esto sencillamente porque es así.Él es generoso y fiel. Cuando experimentamos la pureza y la belleza del amor leal de Dios, somos capacitados para mostrar su amor a los demás.

 

La palabra emet es una palabra común utilizada para describir a Dios en la Biblia hebrea. Puede traducirse como “fidelidad” o “verdad”. Así que cuando los autores dicen que Dios está “lleno de emet“, están diciendo que es digno de confianza: podemos confiar en él. Pero la confianza no siempre es una cosa fácil.

Por ejemplo, Dios prometió a los israelitas que les daría un rey de paz que gobernaría por siempre y para siempre. Pero el reino de Israel colapsó, y se encontraron sin hogar y sin rey. Se preguntaban si Dios era verdaderamente fiel a sus promesas y clamaron a él diciendo: “¿Dónde está tu amor leal que juraste a David en tu emet?” (Salmo 89:49). En última instancia, Dios respondió a su clamor en la persona de Jesús, la encarnación del carácter leal de Dios. Jesús es el Rey fiel, cuyo Reino durará para siempre, e invita a todas las personas a confiar en él.

Cuando se nos hace difícil confiar en Dios porque nuestras circunstancias parecen contradecir las promesas que nos ha hecho, podemos recordar la historia del carácter leal de Dios. Dios siempre ha sido fiel en el pasado, y lo seguirá siendo en el futuro.

¡Así, podemos unirnos a la larga lista de personas que pusieron su confianza en Dios y descubrieron su infinita lealtad!

 

Fuente: Plan de lectura de BibleProject