“Pon tu vida en sus manos confía permanentemente en el y él obrará a tu favor…”

Este es un Salmo, ¿le parece familiar?

O tal vez lo ha escuchado de la siguiente manera: “Encomienda a Jehová tu camino confía en él y él hará”

Sí, me refiero al Salmo 37:5

En la vida existen dos realidades que son constantes de los seres humanos, la primera es que no podemos cambiar nuestro pasado y la segunda es que las decisiones que tomamos en el pasado son las que nos han hecho ser lo que somos hoy.

Quizás tengamos pasados en nuestras vidas que no podamos desligarnos de ellos, sin embargo esto no tiene que ser así por siempre, esto puede cambiar, y David en este Salmo nos entrega una ecuación para poder continuar.

En la biblia los caminos se interpretan como la vida, cada uno de nosotros está recorriendo todo el camino en donde pueden haber tropiezos,  árboles de sombra, lugares cálidos y hermosos como también puede haber desiertos.

Lo primero es que debemos entender que existe un camino, el cual requiere de un caminante y un fin. Lo segundo es que tenemos que empezar a caminar sino no podemos llegar a nuestro destino.

La fórmula de David va más allá, al exhortarnos encomendar a Jehová nuestro camino, confiar en él, para que él haga.

Es posible que al caminar miremos hacia atrás, porque el sol de las dificultades esté muy caliente y pensemos retroceder hacia el árbol demás atrás, porque  nos dio su sombra en algún momento. Si esto hacemos nos retrasaremos y tendremos que recorrer el mismo camino una vez más hasta llegar al punto donde retrocedimos.

Por lo tanto, sigamos caminando, confiemos en Jehová… adelante habrá un nuevo árbol que nos dará un respiro para continuar y llegar a nuestro destino.

No nos rindamos frente a las circunstancias… la decisión es seguir caminando.

bendiciones!