La mayoría de las veces es difícil tomar una decisión! Porque por más que sea una “pequeña” decisión, puede hacer una gran diferencia en el futuro.

Ante la pregunta “¿Cómo tomar buenas decisiones?”, aunque no tenemos una respuesta asegurada, estos pasos pueden ayudar:

• Buscar a Dios en primer lugar. Hacernos preguntas como ¿a Dios le agrada esta decisión? ¿Va conforme a Su Palabra?
• Recoger la mayor cantidad posible de información sobre el tema. Buscar datos, preguntarles a otros, recuerde “en la multitud de consejeros está la sabiduría”. Nunca se quede con lo que una persona dijo, realice su propia búsqueda.
• Evaluar. ¿Qué podría pasar si tomo esta decisión, o que podría ocurrir si elijo alguna otra opción?
• Finalmente, decidir! El paso más difícil, pero cuando lo haga, recuerde que podemos repetir con toda confianza lo que dice la Biblia: “No tengo miedo. Nadie puede hacerme daño porque Dios me ayuda”. Hebreos 13:6 (TLA)

Habrá ocasiones en que a pesar de consultar con Dios y de todo nuestro esfuerzo, nos parecerá que hemos tomado la decisión incorrecta. Pero la mayoría de las veces es que hay algo mejor que está por venir, las tormentas de la vida solo aparecen para fortalecernos como seres humanos y hacernos mejores personas.

“Puedo cruzar lugares peligrosos y no tener miedo de nada, porque tú (Dios) eres mi pastor y siempre estás a mi lado; me guías por el buen camino y me llenas de confianza. Aunque se enojen mis enemigos, tú me ofreces un banquete y me llenas de felicidad; ¡me das un trato especial!” Salmos 23:4,5 (TLA)